La cantante estadounidense Selena Gómez anunció esta semana que se tomará un descanso de su Revival World Tour por sufrir de "ansiedad y depresión", pero según Radar Online, la joven de 24 años de edad no dijo toda la verdad de su situación.
En el comunicado que emitió el martes, Selena Gómez informó que ante su diagnóstico de Lupus, ha enfrentado problemas relacionados (ansiedad, ataques de pánico y depresión), por lo que "quiero ser proactiva y enfocarme en mantener mi salud y felicidad y he decidido que la mejor forma es tomarme un tiempo de descanso". No obstante, Radar Online asegura que la familia de Selena intervino ante el escalado consumo de la joven de fármacos como Xanax, Lunesta, Ambien y Klonopin y podría estar en rehabilitación.
Otras fuentes indican que la espiral destructiva de Selena comenzó tras el asesinato de su amiga Christina Grimmie. "Selena no fue la misma después de eso, definitivamente estaba deprimida, era obvio".
En un concierto el pasado mes de junio, Selena rompió en llanto al recordar a la fallecida Grimmie.
Por ahora la joven no ha publicado nuevos mensajes en sus redes sociales.
Hace unas semanas protagonizó una pelea en Instagram con su ex novio, el cantante Justin Bieber, por unas fotografías que él publicó junto a Sofía Richie.
Por estos y varios incidentes más se cree que la cantante no la ha pasado nada bien el los últimos meses, y después de que anunciara su descanso como artista, se pudo confirmar.
¿Qué es el Lupus?
Desde hace tiempo se reveló que la cantante y actriz padece lupus. El nombre de lupus significa (lobo en latín) viene porque en alrededor del 65% de los pacientes esta enfermedad de origen desconocido se manifiesta con unas lesiones enrojecidas en las mejillas y en la nariz parecidas a la mordedura de un lobo. El lupus es una enfermedad crónica de predisposición genética, que evoluciona por brotes, y en la que un agente exterior desconocido, químico o biológico, produce una alteración inmunológica.
Es una enfermedad de muy difícil diagnóstico. Las enfermedades autoinmunes se parecen mucho entre sí, tienen características clínicas comunes, lo que puede hacer que se tarde hasta seis u ocho años en tener un diagnóstico, según explican los expertos en este tipo de dolencias.