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Channel: Espectáculos, El Siglo de Torreón
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VOZ DEL DIHABLO

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La serie de tres conciertos de Metallica en México debió comenzar ayer. Al momento de escribir estas líneas, eso todavía no sucedía. Haciendo cuentas, y retrocediendo un poco en el tiempo, ésta será la primera vez desde 1999 que no podré ir a ninguna de sus presentaciones en una de sus visitas a nuestro país.

No fue falta de ambición, ni de presupuesto. Tampoco fue falta de planeación. Y no, no es decepción ni Lady Gaga tiene algo qué ver. Simplemente, creo que estoy madurando. Por fin… (aunque espero que tampoco se trate de eso).

En la agenda se cruzaron actividades importantes en lo profesional que sencillamente no pude desatender. Tuve opción incluso para ir a cada uno de los conciertos (1, 3 y 5 de marzo) y al final, tendré que conformarme con lo mis afortunados amigos tengan para contarme a su regreso.

Metallica es Metallica, le pese a quien sea. Más de 30 años después, seguimos hablando de ellos. Millones de personas le dedican líneas, que van desde halagos a mentadas, al grupo más influyente en el rock en las décadas recientes. Quizá, sean las críticas las que acaparen los espacios, pero igual las personas se toman el tiempo para hablar de Metallica. Nunca pasa desapercibido.

¿Decepción? ¿Por qué habría de sentirme así? ¿Por ser la fábrica de billetes más prolífera dentro de la industria musical orientada al 'heavy music'? ¿Por sobrevivir y ser exitoso en un mundillo a donde muchos ni siquiera pudieron entrar? ¿Por el St. Anger o por subirse a un escenario al mismo tiempo que una estrella pop solo para la que estrella pop los opacara? Creo que solo al último cuestionamiento podría contestar con afirmación.

Pero algo tiene este grupo que en cuanto anuncia la venta de boletos para sus presentaciones, se agotan. Lo resumiría en: calidad y profesionalismo. Los que pagaron un boleto por ir a ver a Metallica una vez más saben que el grupo de San Francisco no escatima en producción, que traen buen sonido, que siempre le añaden algo a sus shows, que en vivo siguen recurriendo a sus grandes clásicos (Maters of Puppets y One nunca deben faltar), que los conciertos no duran menos de dos horas, que hay entrega y pasión, que no hay Ladys Gagas ni nada por el estilo. Saben exactamente por qué pagan cada peso de lo que gastan en un boleto. No hay engaño. Y lo siguen pagando alegremente.

Este año, Cerberus, los laguneros de Halcón 7 y los Sicarios del Rock & Roll tendrán la oportunidad de subir al mismo escenario que Iggy Pop y la banda de San Francisco. Quizá no lo hagan con el mismo equipo ni ante la misma audiencia, pero seamos sinceros: ¿a quién no le gustaría tener esa oportunidad? Felicidades a las tres bandas nacionales que cumplieron con lo necesario para lograrlo. Ya hablaremos con Halcón 7 a su regreso.

Así que mientras, que sigan ladrando los perros y los unicornios rosas; a ellos, el mundo no les pertenece, solo lo ven pasar.

Mañana, en conocido bar del centro de Torreón, se presenta un tributo a los Héroes del Silencio. El ingrediente especial es la participación de Alan Boguslavsky, quien fue parte de los últimos discos de estudio y giras de la banda icónica de Zaragoza.

Por último, El Siglo de Torreón, diario donde aparece la Voz del Dihablo cada semana, cumplió 95 años de existencia en días recientes. No queda más que felicitar, agradecer y resaltar la libertad de expresión que este medio practica. Ojalá que venga siempre lo mejor.

Para más: La Música del Dihablo [Facebook] y @Foko_54 [Twitter].


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