Supongamos que, de pronto, olvidamos todas las palabras. ¿Podríamos pensar? Si así fuera, ¿qué clase de pensamientos llenarían nuestra mente? ¿Imágenes, música, números? Estas y otras preguntas dieron origen a Un Diccionario Sin Palabras, de Jesús Ramírez Bermúdez, publicado por editorial Almadía en 2016. Se trata, por varias razones, de un libro llamado a permanecer en la memoria de los lectores.
Del autor podemos decir que, a pesar de su juventud, ha obtenido reconocimiento en el ámbito científico: nacido en la ciudad de México en 1973, Ramírez Bermúdez es médico especialista en Neuropsiquiatría y Doctor en Ciencias por la UNAM. Es Jefe de la Unidad de Neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México. Además ha publicado antes una novela llamada Paramnesia (2009) y otro ensayo titulado Breve Diccionario Clínico del Alma (2010).
Un Diccionario Sin Palabras narra con fluidez y precisión dos casos clínicos de pacientes que sufren lesiones cerebrales graves. Dos mujeres muy distintas entre sí: Diana Valdez, la primera, es una veinteañera mexicana radicada en Londres. Joven profesionista llamada a ser esposa y madre, lleva una vida llena de privilegios. Tras un accidente automovilístico, ignora cómo hacer incluso tareas sencillas como bañarse y comer. Peor aún, ha olvidado cómo hablar. Todos sus esfuerzos por comunicarse acaban en una jerga incomprensible. Mimimi mi mim ni miii mimi ni mi. Un día, luego de semanas sin grandes progresos para comunicarse, el novio de Diana la descubre cantando a la perfección una canción en inglés…
El segundo caso es el de Amanda, joven comerciante de Valle de Chalco que también sufre lesiones neurológicas graves. Atropellada, permanece tres semanas en coma y al despertar presenta comportamientos extraños: riñe con los vecinos, quiere permanecer desnuda e incluso tener sexo con desconocidos. Mamá de cuatro niños, con preparatoria inconclusa, Amanda vive con sus hermanas y su madre. No es que su núcleo familiar sea sólido: su madre admite que la golpeaba de pequeña, y que aún ahora no es mucha la atención que puede darle. Pero no tiene otro sitio a dónde ir. Como Diana, Amanda sólo balbucea. Pero también en su caso se abre una ventana, pues la mujer conserva su habilidad para vender cosas aún sin hablar: ¿significa eso una esperanza? ¿es posible que en México el comercio informal sea una oportunidad para la rehabilitación neurológica?, se pregunta el joven neurólogo en su bitácora.
Cronista natural, Ramírez ha asimilado muy bien las lecciones de Francisco González-Crussi y Oliver Sacks, pues expone los casos sin escollos técnicos y con matices que quizá sus colegas juzgarían irrelevantes: la forma de vestir de sus pacientes, sus canciones favoritas, su forma de peinarse y de caminar. Además, Ramírez se revela en sus textos como un lector con sólidas nociones de Filosofía, Economía, Historia y Literatura, y se las arregla para hacer zurcidos invisibles entre temas en apariencia irreconciliables: de la obra de Mendelssohn a la literatura de Carlos Monsiváis, de las Seis Propuestas para el Próximo Milenio de Italo Calvino al Tratado de Semiótica General de Umberto Eco. No son evocaciones con aires eruditos, sino reflexiones que profundizan en los estrechos vínculos que existen, por ejemplo, entre memoria y personalidad. Encontramos también, registradas con honestidad, las cavilaciones de un joven científico inmerso en los dilemas éticos que conlleva su oficio.
Un Diccionario Sin Palabras puede ser leído en muchos niveles: los interesados en divulgación científica hallarán aquí una generosa puerta de entrada a temas neurológicos; los asiduos a la literatura sin ficción un par de crónicas impecables, y quienes aspiran a escribir novelas tienen un magnífico ejemplo de cómo construir relatos cargados de suspenso a partir de situaciones cotidianas… pero acaso la más estrujante de las lecturas se desprende del contraste entre los contextos en que se recuperan Diana y Amanda, pues tales diferencias permiten visumbrar las dificultades que implica el ejercicio de la ciencia en un país que no considera temas prioritarios ni la educación, ni la salud. Una lectura imperdible.